Comunicadores de la alegría del Evangelio

Cada 21 de agosto celebramos el Día de los Catequistas, en conmemoración del Papa Pio X, quien durante su pontificado dio un importante impulso al servicio de la catequesis en el mundo.

El Papa Francisco recuerda que “el catequista, como todos los bautizados, está llamado a anunciar la alegría del Evangelio, no sólo desde la teoría sino, principalmente, a partir del encuentro personal con el Señor en los Sacramentos, en su Palabra, y en el camino cotidiano”.

En nuestras comunidades mercedarias del país, muchos laicos y laicas, religiosos y consagradas ofrecen sus dones para comunicar y compartir a Jesús en los grupos de catequesis, y en la vida diaria.

Para representarlos a todos, compartimos el testimonio de Nora Gonzalez, de la Parroquia Nuestra Señora de la Merced en Mendoza Centro:

– Nora, ¿Qué es para vos ser catequista?

Ser catequista es un llamado del Señor. Un regalo de Dios que enriquece mi vida, llevando adelante un gran desafío: anunciar el Evangelio. Dar, recibir, contemplar, acompañar, escuchar, vivir el Evangelio en comunidad.

-¿Cómo te iniciaste en este servicio?

 En 2016 acompañé a un grupo de padres a finalizar la Catequesis familiar, en la comunidad de Mendoza Centro. Al año siguiente, me incorporé a otros grupos en la comunidad. Luego de la pandemia y a medida que se fueron habilitando distintas actividades comencé una nueva etapa en el servicio. Fue un tiempo difícil, pero poco a poco fuimos creciendo.

-¿Recordás a algunos de tus catequistas? ¿A quiénes, y por qué?

Al pensar en mis catequistas, recuerdo especialmente a la Hna Bruna, del período en el que me preparaba para la Primera Comunión. Y a Emilia, de la etapa en la que me preparé para recibir la Confirmación.

-¿Qué características son importantes para un catequista hoy?

Considero que las características más valiosas para el/la catequista son: estar al servicio de la Palabra de Dios,  capacidad de escucha, prudencia, humildad, ser misericordioso/a,…

-¿Para vos, qué es lo más hermoso de esta vocación?

Lo más hermoso de esta vocación es sentirse amado por  Dios en los hermanos/as.


Nora anima a todos aquellos que estén sintiendo en su corazón ese llamado al ser catequistas a acercarse a sus comunidades para ofrecer su participación, iniciarse en el servicio y formarse en la entrega.  Con su testimonio de vida y de misión, abrazamos y alentamos a todos los catequistas de nuestra familia mercedaria.